Y sólo mirarte, mientras los enredados rayos de luz suben alrededor
de tu cara y cuerpo. Podría sentarme durante horas descubriendo
nuevas maneras de sentirme intimidado a cada minuto,
porque la luz del día parece quererte tanto como yo.
de tu cara y cuerpo. Podría sentarme durante horas descubriendo
nuevas maneras de sentirme intimidado a cada minuto,
porque la luz del día parece quererte tanto como yo.